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jueves, 19 de marzo de 2009

Entrevista a los compañeros de CGT España: La democracia de base y la solidaridad se están ejerciendo en todas partes

Entrevista a los compañeros de CGT España


La democracia de base y la solidaridad se están ejerciendo en todas partes



El viernes 6 de marzo una decena de libertarios, militantes activos de organizaciones estudiantiles y sindicales de Santiago, nos reunimos en un local de la CGT Mosicam con dos compañeros de la Confederación General del Trabajo, central anarcosindicalista que es el cuarto sindicato más grande del Estado Español. En medio de la serie de discusiones e intercambio de ideas entre los compañeros reunidos, se permitieron responder algunas preguntas al Frente de Estudiantes Libertarios.

Por Felipe Ramírez


1) FEL: ¿Cómo ven el actual momento del anarcosindicalismo en España? ¿Ha habido avances en los últimos años o las organizaciones se encuentran estancadas?

CGT: Nosotros creemos que en España se ha dado un crecimiento sostenido y poco a poco de los tres sindicatos anarquistas que existen, cada uno con sus propias características. Tanto la CGT como CNT y Solidaridad obrera han aumentado su influencia y el número de sus militantes, dándose en los hechos un declive en el ejercicio de las prácticas típicas de la izquierda institucionalizada. Hay en este momento una gran cantidad de movimientos sociales que aplican las mismas dinámicas internas del anarcosindicalismo más allá de la especificidad de éste, como los objetores de conciencia por ejemplo, y muchos más. La horizontalidad, la democracia de base, el antiautoritarismo y la solidaridad se están ejerciendo en todas partes.

2) FEL: ¿Cómo son sus relaciones con CNT-AIT y Solidaridad obrera?

CGT: Desde los años en los que los sindicatos que formando parte de la CNT se escindieron de la misma, formando posteriormente la CGT y la posterior separación de parte de los militantes de CGT de Madrid a principios de los años 90’ para conformar Solidaridad obrera, se ha pasado de un marco hostil a uno de no agresión. En realidad más allá de las diferencias que existan entre las organizaciones anarcosindicalistas y las relaciones que existan a nivel macro entre los sindicatos, lo importante es la convivencia entre las bases, y en ese sentido a pesar de no existir relaciones fraternales si se ha llegado en algunas localidades específicas a una confluencia, en casos muy puntuales. Incluso durante la huelga general en contra de la guerra en Irak participamos junto a CNT en conferencias de prensa.

3) FEL: Indiscutiblemente un tema de discusión intensa dentro de los diferentes sectores que se reivindican como anarcosindicalistas es la relación que existe con el Estado. ¿Cómo enfrenta el tema CGT?

CGT: Precisamente ese fue el tema central en la escisión que sufrió el anarcosindicalismo. Cuando la dictadura terminó se realizaron una serie de modificaciones a la legislación laboral, entre las cuales se incorporó la creación de los comités de empresa, lo que suscitó una serie de discusiones en el movimiento, ya que estos comités suponen una delegación y por tanto dificultan la participación directa. Pero el no presentarse supondría un alejamiento y pérdida de contacto de la organización con los trabajadores, por lo tanto se aceptó entrar a los comités de empresa con el único objetivo de vaciarlos de contenido haciendo de la asamblea de trabajadores la verdadera protagonista. La CGT no se presenta a los trabajadores como la organización que les soluciona los problemas, nuestra labor consiste en animar a los compañeros y compañeras a que participen y se impliquen al máximo, intentando que sean ellos y ellas mismas los verdaderos protagonistas de las luchas, evitando las delegaciones. Esto depende evidentemente de la capacidad que se tenga en los diferentes ámbitos o empresas.

Creemos que la CGT es una herramienta al servicio de los trabajadores, no los gestores de los cambios, y es esta actitud la que nos ha permitido crecer e influir en el mundo sindical, nuestras prácticas horizontales, antiautoritarias y de cara a los trabajadores, a diferencia de los sindicatos mayoritarios como CCOO o UGT. Nosotros no tenemos relaciones con el Estado. Por ley se conceden una serie de medios dependiendo de la representatividad, pero la percepción de dichos medios, incluyendo los económicos, no implica concesión alguna, ya que al estar recogido en una ley es de obligado cumplimiento.

4) FEL: ¿En qué sectores de los trabajadores está presente la CGT y cómo ha construido en la práctica sus sindicatos?

CGT: Tenemos presencia en casi todos los sectores productivos, pero con más incidencia (real incidencia) tenemos en transportes, en autobuses urbanos e interurbanos, telecomunicaciones, la Administración Pública, banca, educación, sanidad, automoción, telemarketing (call center) entre otros, en bastantes sectores ya tenemos un 10% de representatividad a pesar de la represión ejercida en contra de los sindicatos. En el aspecto territorial tenemos compañeros en todas las comunidades autónomas, aunque no en todas las localidades, generalmente solo en las principales ciudades. Si bien en algunos lugares hay pocos militantes, siempre hay al menos un local en donde reunirse y trabajar, cosa que conseguimos precisamente gracias a que el sindicato cuenta con recursos.

5) FEL: ¿Tienen como CGT una posición frente a las reivindicaciones nacionales que levantan sindicatos como LAB (ligado a la izquierda abertzale en el país vasco)?

CGT: Uno de los acuerdos que tenemos como organización es el de la autodeterminación de los pueblos. Con el LAB se coincide en las reivindicaciones concretas en las empresas en las que ambos tenemos presencia, pero en las reivindicaciones de tipo nacionalistas no hay apoyo, a pesar de que ejercemos una solidaridad activa cuando existen luchas por la dignidad de los pueblos, aunque no justificamos en ningún plano el asesinato de inocentes y el terrorismo.

Desde un punto de vista personal hay particularidades que se valoran como cuando las luchas se dan de manera horizontal y por la dignidad, en ese sentido hay una solidaridad que no abandonamos, por lo mismo se apoya por ejemplo a los palestinos, a pesar de no apoyar la creación de Estados. Rechazamos activamente la represión, la opresión de los pueblos y las violaciones a los DD.HH., planteando un sistema federativo como una alternativa.

6) FEL: En Chile una de las principales dificultades que enfrenta el sindicalismo es la subcontratación, que dispersa a los trabajadores e impide la conformación de sindicatos interempresas. ¿Tienen esos problemas en España? ¿Cómo los enfrentan?

CGT: En realidad aún estamos viendo como respondemos a esta tercerización de los trabajadores, que incluso afecta a los ayuntamientos y casi al total de las empresas privadas. Los sindicatos mayoritarios (CC.OO. y UGT) recién están criticando tímidamente a la legislación laboral reclamando regulación, leyes que ellos mismos avalaron en su momento. Existe una constante reducción en las condiciones laborales, y debido a las sucesivas fragmentaciones de las empresas hay grandes conflictos cuando un trabajador subcontratado sufre un accidente en el trabajo, pues la empresa matriz se niega a tomar responsabilidad, y la empresa contratista es incapaz de responder.

Actualmente estamos viendo caso a caso para apoyar a los compañeros en su proceso de organización, ligando a cada sector a la federación sectorial más cercana. Por ejemplo a los compañeros de telemarketing se les apoyó con la gente de telecomunicaciones, de esta manera se ejerce la solidaridad entre trabajadores con situación estable a compañeros mas precarizados. Existen además sectores como la construcción, que por la fragmentación crónica no hay presencia sindical de ninguna tendencia.

Todo esto responde a una política de fragmentación de la clase trabajadora y de sus organizaciones, y nuestra respuesta ha tenido que ser casi clandestina, pues incluso las listas para las elecciones sindicales deben ser preparadas en secreto para que los compañeros no sean despedidos antes de la elección. En el caso de los trabajadores inmigrantes e ilegales, estamos tratando de trabajar en conjunto con sus grupos pues son tan variados los inmigrantes que llegan desde Europa del este, Latinoamérica, África y otros, cada uno con sus propias experiencias, costumbres y demases, que decidimos ir poco a poco apoyándolos en sus problemas.

7) FEL: Respecto al tema de los inmigrantes ¿podrían profundizar acerca de cómo el sindicato enfrenta los problemas de los ilegales?

CGT: El inmigrante lucha por un reconocimiento de sus derechos, por lo que representan una mano de obra barata y muy útil a los intereses empresariales pues incluso quienes han sido reconocidos y tienen permiso arriesgan perderlos ante cualquier problema, sufriendo internación en centros y la expulsión. Existe un fuerte apoyo ante el paro crónico que tienen los inmigrantes debido a que son los primeros en ser despedidos, sean legales o ilegales, sufriendo prostitución o condiciones de explotación brutal en el peonaje de la construcción, en el campo o en el servicio doméstico. Finalmente debido a la competencia ejercida por el mercado la ultraderecha se aprovecha para tratar de aumentar la xenofobia y el racismo. Nuestra posición frente a esto es apoyar a sus organizaciones y ejercer la solidaridad en todos los planos.

Documento comisión sindical VII ELAOPA

Documento comisión sindical VII ELAOPA

Desde la globalización capitalista y la implementación de las políticas neoliberales, los pueblos latinoamericanos han sufrido los efectos de la apertura comercial, de las privatizaciones y de la desregulación laboral. Estas transformaciones redefinen los mecanismos de organización en la vida productiva de modo estructural. En la actual coyuntura la crisis financiera estadounidense con su repercusión global afecta todavía más el trabajo y la vida en general. La socialización de los perjuicios y la privatización de las ganancias, por medio de la trampa de la banca y sus auxiliares es el orden vigente.

Como una de las primeras medidas adoptadas por la ofensiva neoliberal, tuvimos las privatizaciones de sectores estratégicos como el agua, fuentes de energía, minerales y comunicaciones, por ejemplo, llevando a la desocupación y rompiendo las relaciones de estabilidad del trabajador. Otras medidas que se siguen en algunos países del continente, desde los ’90, son las reformas de la legislación laboral en la cual se incluyen la flexibilización de los vínculos laborales, cambios de los criterios de negociación con los patrones, la prohibición y restricción del derecho a la huelga y cambios en los modos de organización sindical. Estas medidas dictadas por el neoliberalismo llevan a la creciente precarización de los trabajadores y su atomización, a la fragmentación de la unidad y capacidad de enfrentamiento con los patrones.

Las reformas neoliberales se materializan en el continente, por medio de las privatizaciones y la apertura al capital de las empresas estatales, por lo tanto públicas; de las reformas de la seguridad social y jurídica en cuanto a los derechos de los trabajadores y su organización sindical. Generan precarización laboral y de sus relaciones, exigiendo mayor productividad y menores sueldos. Además, ellas favorecen directamente al patrón con la sistemática reducción impositiva de sus aportes y la reducción o exoneración de impuestos, tanto sobre ganancias como sobre las grandes emprendimientos empresariales nacionales y transnacionales, por ejemplo: la industria de celulosa, metalúrgica, automovilística, zonas francas, etc.

La pérdida de derechos de los trabajadores es un tema continuamente presente en la agenda de los gobiernos latinoamericanos, los cuales buscan progresivamente mayor “competitividad productiva y comercial”. Estas medidas son influenciadas fundamentalmente por el FMI y Banco Mundial, estos con sus metas para los países del sur.

La retirada brutal de los derechos históricamente conquistados por la lucha organizada en este continente, se da en un momento histórico en que el sistema de dominación política opera dentro de las clases oprimidas la destrucción de la cultura de unidad, solidaridad y combatividad de los trabajadores organizados. Opera en ambiente casi pasivo, habiendo luchas de resistencia muy localizadas y puntuales.

En el caso de Argentina vemos que las centrales sindicales, la CGT que nuclea a la mayoría de los trabajadores de casi todas las ramas privadas, comportándose como patota sindical burócrata, perpetuando el poder junto al gobierno de los empresarios; y la CTA con una dirección burócrata, nucleando en su mayoría a trabajadores estatales, mostrándose combativa en algunas de sus organizaciones de base.

En los últimos años, después de 2001 hemos visto varios conflictos perdidos, militarización en las calles y represión a los trabajadores tratando de aplastar a las comisiones internas de base; o como en el caso de FATE, donde los compañeros echaron a la burocracia y con democracia de base y acción directa ganaron un conflicto salarial en 2007, conquistaron el cuerpo de delegados y la seccional, pero no pudieron contrarrestar los despidos en 2008, igualmente siguen manteniendo la seccional y no pudieron quebrar al cuerpo de delgados.

Como contrapunto de esto hemos visto a los trabajadores del Subte que han ganado varios conflictos; y varias empresas recuperadas produciendo bajo gestión obrera como Zanón y Bauen, y otras que están empezando a producir como Indugraf, Filobel, Disco de Oro, Envases del Plata. Nuestra solidaridad con todos estos compañeros.

En Chile, con sólo un 12% de la fuerza laboral sindicalizada (8% en la CUT, central amarilla subordinada al gobierno), la situación de los trabajadores está marcada por la fragmentación y una normativa legal que limita las luchas reivindicativas.

A pesar de ello, en los últimos años hemos visto que distintos sectores, especialmente algunos estratégicos de la economía nacional como los subcontratistas del cobre, los forestales y temporeros agrícolas, se han movilizado por mejorar sus condiciones de trabajo, enfrentando la subcontratación, la precariedad y bajos salarios.

Al mismo tiempo, pequeños agrupamientos clasistas y combativos, actualmente, comienzan a proponerse levantar alternativas para nuestra clase.

Hoy en Brasil, la desregulación y precarización siguen ganando fuerza sobre la vida de los trabajadores y oprimidos. Las reformas del Estado permiten la flexibilización laboral, con pérdida de derechos conquistados por la lucha obrera, así como la brutalidad que aterroriza a los pobres bajo la política de criminalización de la pobreza y de la protesta social. A su vez, los sindicatos y su burocracia no dan respuestas a los trabajadores y aún menos frente a los patrones. El movimiento sindical y las centrales encaran la actual crisis y la trampa patronal que amenaza con la desocupación, con pasividad y complicidad, aceptando la reducción de la jornada con reducción de sueldos y aún más precarización. Por lo tanto, reproducen las prácticas que constituyen una cultura de pasividad, de internalización de la burocracia sindical, del individualismo.

En el caso de Uruguay, donde existe una única organización nucleadora de los trabajadores, el PITCNT, que es fruto de la unión de sindicatos y corrientes político- sindicales, atraviesa hoy un proceso de centralización en la toma de decisiones y de burocratización a diferentes niveles.

Se verifica un abandono creciente de la independencia de clase, manifestado últimamente en la declaración emanada del Secretariado Ejecutivo del PITCNT a favor de participar en la campaña electoral a favor del partido de gobierno.

Este acto, que contradice la rica tradición de independencia de clase del sindicalismo uruguayo no debe pasarse por alto por el efecto altamente nocivo que tiene para el desarrollo de las fuerzas independientes de los trabajadores, dando la idea de que la problemática del peso y de los derechos de los oprimidos, está en escenarios ajenos a sus fuerzas, desviando las expectativas del movimiento sindical hacia dinámicas ajenas a él debilitando el desarrollo y la confianza en sus propias fuerzas.

De más está agregar que son posiciones que dividen a la clase, dado que hay una variedad de opciones electorales de voto que no deben incidir debilitando y dividiendo la interna de los trabajadores.

Por ello, el VII ELAOPA rechaza dicha declaración que coloca al sindicalismo uruguayo como furgón de cola del sistema político y lo subordina a los vaivenes electorales, enterrando el desarrollo de la clase, de su camino y perspectivas propias.

Más allá de esto, debemos señalar las importantes luchas llevadas a cabo en el 2008 por diferentes sindicatos y el envío masivo de trabajadores al seguro de paro con el pretexto de la crisis.

En otros países latinoamericanos vemos la relevancia de la lucha sindical. En Oaxaca, México, la lucha de los docentes desató un fuerte proceso de organización y movilización popular que se mantiene a pesar de la represión. En Colombia, el gobierno fascista de Uribe asesina y reprime a sindicalistas, por ejemplo de la Coca Cola, a militantes populares y obliga al desplazamiento de comunidades campesinas y originarias. Esta política genocida es llevada a cabo por el Ejército, los paramilitares y los narcos, la cual denunciamos y condenamos.

La solidaridad de clase, la democracia de base, la combatividad y el clasismo, pasan a sonar como si fueran cosas de un pasado que no volverá.

Entendemos que los trabajadores de todo el mundo cambiaron, cambios esos operados por el sistema de dominación, opresión y explotación capitalista. Frente a esto, a ese “nuevo” hombre, necesitamos construir una nueva cultura, que plantee para el movimiento sindical la organización de distintos sectores, con una perspectiva de resistencia, pero también de construcción de PODER POPULAR. Aún esos cambios en términos sindicales, otros modos de desregulación son instrumentados por las propias empresas, sin injerencia por parte de los Estados, pero con carácter de ley, como si fuera un “código de conducta”.

Uno de los reflejos de la desregulación es el crecimiento de sectores informales e irregulares, los cuales muchas veces tienen relación íntima con las actividades formales, aunque no puedan ser considerados como trabajadores regulares debido a la brutal precarización de sus relaciones y condiciones de trabajo, como por ejemplo los cartoneros y tercerizados.

En Latinoamérica y el Caribe la informalidad ocupaba en 2007 un 54% de los puestos de trabajo en las áreas urbanas. La previsión es que en 2009, 2.500.000 puestos sean excluidos en esta área.

Teniendo en cuenta la extensión de la reestructuración capitalista y su crisis en el continente, sumado a la ruptura de cultura y tradiciones favorables al sindicalismo combativo y clasista, tenemos hoy la debilidad progresiva de los sindicatos y sus respectivas centrales sindicales. Junto a esto, la parcela más significativa de los sindicatos, aún bien estructurados, están en sectores de trabajadores del Estado, representan la mayoría de las entidades en las centrales sindicales, aunque no representan la mayoría de los trabajadores y todavía menos sus distintas realidades.

Sin embargo, las condiciones en las cuales se inscribe el sindicalismo hoy, son radicalmente distintas de cuando predominaba el trabajo formal y aún sí constituía una identidad de clase de los trabajadores, con niveles de fragmentación infinitamente menores que los actuales.

Es necesario, por todo esto, que el movimiento sindical haga un análisis crítico de sus prácticas, también responsables por la debilidad del sindicalismo actual.

En distintos casos, la íntima relación entre sindicalismo y gobiernos fue y sigue siendo uno de los factores que permiten la atomización y la consecuente pérdida de los derechos, históricamente conquistados, con la pasividad de muchos dirigentes sindicales vinculados a los proyectos de poder no originados de sus bases sociales.

Inscribir el sindicalismo en una estrategia de PODER POPULAR, significa un conjunto de prácticas que generan y forman parte de él. Estas prácticas configuran, aliadas con un discurso y programa adecuados para su tiempo, a largo plazo, una cultura de clase. Esta cultura es la identidad que se contrapone a la cultura dominante y posibilita la construcción de un proyecto de PODER POPULAR. La independencia de clase (de los gobiernos, de los partidos políticos y de los patrones) es parte fundamental de estas prácticas.

Es claro que toda política sindical que pretenda ser de masas deberá partir de atender los problemas reivindicativos y ofrecer alternativas para la concreción de los mismos y para ello, es insustituible la participación, el protagonismo de las bases. De allí que consideremos que la forma de acumulación principal para el sector, en esta etapa, son la organización en el lugar de trabajo y agrupaciones gremiales. Por agrupaciones entendemos organismos estables, estructurados, que desarrollen una acción permanente, tratando de influir sobre las orientaciones del gremio. Pensamos que en las agrupaciones hay que proceder con amplitud, sin sectarismos, pero sobre la base de posiciones claras y definidas en base a nuestros principios.

Orientar hacia la menor o ninguna mediación del Estado en los conflictos concretos para el desarrollo de las organizaciones que busquen solucionar conflictos económicos y sociales, con el objetivo de impedir la intervención del Estado en las entidades y en la vida social de los trabajadores. Que estas organizaciones trabajen para la permanencia y vinculación de los trabajadores a la lucha, trascendiendo así, una práctica sindical que exista exclusivamente en los momentos de movilización por mejores sueldos.

Tener el reflejo de manejar democráticamente la información y toda la vida sindical, herramienta que agrega para la lucha social y política. La conformación de la cultura de clase no ocurre sólo en el ambiente laboral, existen espacios de la vida cotidiana que tienen un peso fundamental en esta construcción. De este modo, debemos reconocer la existencia y la importancia de las organizaciones populares y la necesidad de coordinarlas y trabajar conjuntamente.

La práctica y la generación del PODER POPULAR, implican que el sindicalismo se reconozca como una parte de la amplitud que la clase trabajadora tiene. El caminar en conjunto de los sectores de las clases oprimidas es fundamental en una estrategia de PODER POPULAR. De esta forma los sindicatos deben poner a disposición, solidariamente, su estructura sindical también para el desarrollo de otras organizaciones sociales.

EJES DE TRABAJO PARA EL AÑO

  • Realizar actividades conmemorativas del 8de marzo y del 1º de Mayo en los lugares de trabajo, o sumar esfuerzos a las actividades que ya se realizan; rescatando el contenido histórico y de lucha de estas fechas.
  • Tener el tema celulosa- forestación como permanente por sus implicancias regionales.
  • Tomar como ejes para el desarrollo de la actividad sindical los temas de seguridad social, leyes de seguro de desempleo, la problemática de salud laboral, seguridad e higiene en el trabajo. También la reducción de la jornada laboral sin reducción rebaja salarial y reparto social de la riqueza deben ser puestos en el tapete como forma de afrontar la crisis económica mundial que vivimos y que golpea a los trabajadores.
  • En el mismo sentido, reivindicar y apoyar las experiencias de autogestión obrera que se realizan en Argentina y apostar por ellas como forma de salida a la crisis y embates patronales, teniendo en cuenta que la autogestión y el control obrero de la producción forman parte de nuestro horizonte, de la sociedad a la que aspiramos y queremos construir.
  • Nos parece imprescindible la unificación de los conflictos y el apoyo solidario a los mismos, incluyendo la solidaridad regional que potencia la lucha de los trabajadores y la confianza en sus propias fuerzas.
  • Desarrollar en la medida de nuestras fuerzas en cada país, escuelas de formación sindical. Del mismo modo, a través de la página del ELAOPA nutrirnos e intercambiar materiales que apunten a la formación política de los compañeros para el desarrollo de la tarea sindical.
  • Para esta tarea y la de intercambio fluido de información de las luchas y tareas desarrolladas, debemos establecer una mínima coordinación con responsables por país para mantener sistemáticamente dicho intercambio.
  • Creemos importante para el desarrollo del ELAOPA como herramienta, desarrollar en cada país reuniones periódicas al año de todas las organizaciones participantes del Encuentro y de aquellas que manifiesten voluntad de participar.

Por último, declaramos nuestro total rechazo a la masacre que se realiza sobre el pueblo palestino. Exigimos a su vez, la aparición con vida del compañero Julio López y el esclarecimiento de todo lo sucedido. ¿Dónde queda la política de DDHH de estos gobiernos progresistas?

Exigimos el desprocesamiento de todos los luchadores sociales y la liberación de los compañeros presos. Simbolizamos dicho reclamo en los compañeros de Simeca, petroleros de Las Heras y Adeom.

Exigimos que se le reconozca la personería gremial a los sindicatos de Simeca y del Subte. Todo nuestro apoyo en esa lucha que es por ganar espacios para los trabajadores y no para la burocracia.

Finalmente, recordamos y reivindicamos a compañeros como los obreros protagonistas de la Huelga General de 1919, también a Simón Radowitzky, ajusticiador del represor y asesino Ramón Falcón, y junto a él a infinidad de compañeros como Carlos Fuentealba y Rodrigo Cisternas asesinados por luchar.