Este relato, realizado para el medio "Bello Público" de los estudiantes de la Universidad de Chile, fue realizado por una compañera que asistió al lanzamiento de "El Andamio"...
No es difícil reconocerlos entre nosotros, camino a sus trabajos en los amaneceres, o apretujados en la locomoción colectiva de regreso a sus hogares. Manos ásperas y ajadas por los años de trabajo, cada rasgo del rostro curtido por el sol y la resequedad del polvo en la faena. El semblante cansado y la mirada firme, más firme que los cientos de edificios, canales, puertos, industrias o puentes que levantan día a día. Son ellos, los reyes del piropo, los del casco y la excavadora, los únicos y verdaderos creadores de las riquezas del país.
Pese a ello, el sector obrero es uno de los más golpeados en condiciones laborales. Tienen precarias medidas de seguridad que no se condicen al riesgo al que se enfrentan día a día. Las instalaciones de servicios higiénicos sencillamente de higiénicos no tienen nada. La jornada de máximo 8 horas diarias dista mucho de ser una realidad, y para qué hablar de la estabilidad laboral cuando son contratados tan sólo por obra o faena. Sólo por mencionar, en el 2008 murieron más de 35 obreros.
Este 1 de mayo no hay nada que festejar. Sin embargo, los chicos de la Constru avanzan a paso firme en su organización sindical. El pasado 4 de Abril, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Construcción (SINTEC) celebró el lanzamiento del periódico “El Andamio”.
La histórica publicación, que se fundó por primera vez en 1927 y se editó gratuitamente hasta 1972, está orientada a fomentar y dar a entender la importancia de estar unidos y organizados. Con notas sencillas y muy explicativas plantean la democracia directa, el carácter federalista a nivel nacional, la autonomía absoluta de partidos u organizaciones externas y la solidaridad de clase entre los pares. Además, expone alentadores avances como los del bullado caso de Costanera Center, u otras empresas como Baldosas Atrio donde antes “afiliaban a un compañero y les despedían tres” y que hoy presentan notables mejoras.
Jorge Hernández, presidente del SINTEC, sabe que el sindicalismo nace por una necesidad y que “la única manera de mejorar las condiciones laborales es por medio de la movilización y la lucha”. Así lo constata Hugo Carter, un entusiasta veterano de la organización sindical del cuero y calzado -de aquellos que se codeaban con Clotario Blest-, al sostener que “la emancipación de los trabajadores, es tarea de los trabajadores”. Bien lo saben los jóvenes de la Red de Hip Hop Activista –también trabajadores de la construcción- que amenizaron el evento con sus versos tan rapeados como concientizadores, junto a otros compañeros del Sindicato de trabajadores de las micros que hicieron lo suyo con una presentación de títeres.
“El Andamio” espera tener un tiraje de 6.000 ejemplares cada tres meses, y ser, como su nombre lo dice, un pilar para escalar hacia la búsqueda de un tarifario nacional mínimo por oficio, la reducción de la jornada laboral y la derogación del Artículo 305 del Código del Trabajo que prohíbe la negociación de trabajadores contratados por obra o faena. En palabras de Hernandez, “la publicación del diario es una forma de defenderse frente al abuso de la patronal (…) porque cuando te amenazan el pan de cada día con despidos, o el cese de las obras, eso es terrorismo patronal”.
Por Natalia Sánchez
Pese a ello, el sector obrero es uno de los más golpeados en condiciones laborales. Tienen precarias medidas de seguridad que no se condicen al riesgo al que se enfrentan día a día. Las instalaciones de servicios higiénicos sencillamente de higiénicos no tienen nada. La jornada de máximo 8 horas diarias dista mucho de ser una realidad, y para qué hablar de la estabilidad laboral cuando son contratados tan sólo por obra o faena. Sólo por mencionar, en el 2008 murieron más de 35 obreros.
Este 1 de mayo no hay nada que festejar. Sin embargo, los chicos de la Constru avanzan a paso firme en su organización sindical. El pasado 4 de Abril, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Construcción (SINTEC) celebró el lanzamiento del periódico “El Andamio”.
La histórica publicación, que se fundó por primera vez en 1927 y se editó gratuitamente hasta 1972, está orientada a fomentar y dar a entender la importancia de estar unidos y organizados. Con notas sencillas y muy explicativas plantean la democracia directa, el carácter federalista a nivel nacional, la autonomía absoluta de partidos u organizaciones externas y la solidaridad de clase entre los pares. Además, expone alentadores avances como los del bullado caso de Costanera Center, u otras empresas como Baldosas Atrio donde antes “afiliaban a un compañero y les despedían tres” y que hoy presentan notables mejoras.
Jorge Hernández, presidente del SINTEC, sabe que el sindicalismo nace por una necesidad y que “la única manera de mejorar las condiciones laborales es por medio de la movilización y la lucha”. Así lo constata Hugo Carter, un entusiasta veterano de la organización sindical del cuero y calzado -de aquellos que se codeaban con Clotario Blest-, al sostener que “la emancipación de los trabajadores, es tarea de los trabajadores”. Bien lo saben los jóvenes de la Red de Hip Hop Activista –también trabajadores de la construcción- que amenizaron el evento con sus versos tan rapeados como concientizadores, junto a otros compañeros del Sindicato de trabajadores de las micros que hicieron lo suyo con una presentación de títeres.
“El Andamio” espera tener un tiraje de 6.000 ejemplares cada tres meses, y ser, como su nombre lo dice, un pilar para escalar hacia la búsqueda de un tarifario nacional mínimo por oficio, la reducción de la jornada laboral y la derogación del Artículo 305 del Código del Trabajo que prohíbe la negociación de trabajadores contratados por obra o faena. En palabras de Hernandez, “la publicación del diario es una forma de defenderse frente al abuso de la patronal (…) porque cuando te amenazan el pan de cada día con despidos, o el cese de las obras, eso es terrorismo patronal”.
Por Natalia Sánchez
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